domingo, 19 de enero de 2014

¡Mi luzzzzzzz!

Hacía tiempo que no contaba otra de mis anécdotas y ya va tocando una ¿no?

Esta historia es más reciente, específicamente de las navidades de hace un año. Yo no estaba pasando un buen momento, estaba en plena recaída y no salía apenas.
Mis amigos quedaron para celebrar la navidad con una comida, ya es tradición, y yo pude acudir.
La comida transcurrió bien, no comí demasiado no bebí apenas...todo para no alterar mi estómago.
Ya casi al final de la tarde con nuestro café o té ya tomado decidieron sentarse en uno de los bares de una de las plazas de mi ciudad, digo decidieron porque para mí ya había salido el día redondo y prefería volver a casa para no tentar a la suerte, pero me quedé.

El caso es que mi estómago o mi culo reaccionó y yo me fui pitando al baño del bar. Un baño horroroso lleno de trastos del bar, de juguetes de los niños del dueño del bar...en fin, aquello era una jungla. Estando "sentadita" ¡se apagó la luz! me puse nerviosísima porque no conocía el baño y ya había visto que estaba lleno de trastos. Fui palpando por las paredes hasta que recordé que el interruptor ¡estaba fuera!
Sentí voces así que abrí una pizquita la puerta y pedí a unas chicas que encendieran la luz.
Qué mal lo pasé. A quien se le ocurre poner el interruptor fuera, así claro, las chicas que estaban esperando se apoyaron en él y me la apagaron. ¡Qué desastre!

De ahí me fui a mi casa, ya había formado el espectáculo del día.

Por cierto, ¿qué me decís de las luces de los baños que se encienden con el movimiento? ¿Soy la única que la ha liado parda en esos baños?

(No tenía lápiz negro, así que os he improvisado esto con el paint)

viernes, 10 de enero de 2014

Sobreviví a la Navidad

Qué alegría un poco de monotonía! Tenía ganas de volver a la normalidad y hacer mis cosas de siempre.
Vengo a deciros que sigo entera después de estas fiestas, espero que vosotros también y que nuestra barriga y esfínter se hayan portado más o menos bien.
Me encantan los dulces y la comida rica que se prepara estos días, pero me he portado bastante bien.
Sólo me he saltado mis hábitos los días clave (24 y 31 para ser más exactos) y he mantenido el sentido común y no mezclar mucho y quedarme con un poco de hambre que luego tardo siglos en hacer la digestión.
Han sido de las navidades más controladas que he tenido en los últimos años, ya me podían invitar a platos de manjares que si no procedía en mi boca no entraba nada.
Debo señalar, que en mi casa somos bastante precavidos y no nos volvemos demasiado locos con las comidas pero aún así se cometen excesos.
Espero que estéis bien y si la tripa no os ha dado tregua por lo menos que hayáis sido felices con la compañía.