Esa es la frase que no dejo de repetir desde hace varias semanas.
Después de la Navidad tan mala que pasé con la ansiedad a flor de piel y varias semanas después intensos dolores de barriga que me impedían acudir a mis clases y hacer mi vida normal, el domingo pasado cogí un virus gastrointestinal que me ha durado una semana.
Sí, público, por si no tuviéramos suficiente con el colon irritable ¡ay, Dios!
Menos mal que hay días de tregua y ayer empecé a ir a clases de yoga, solo llevo una así que ya os contaré si os lo recomiendo o no.
Estos días no estoy estresada pero si bastante activa: entre el inglés, un nuevo proyecto que he lanzado, preparando nuevas cositas de trapillo y punto....en fin, que no paro, eso sí, sin ver ni un euro!
También tengo que deciros que me llegó la cita para ver los resultados de la prueba de la lactosa y demás, es en abril! así que habrá que armarse de paciencia.
Saludos y cuidaros.