Aquí vuelvo con una nueva entrega.
Hoy toca tratar esas digestiones pesadas que sufrimos algunos.
He pasado épocas de comer poco, sobre todo por el estado de ánimo tan malo que tenía que me hacía perder las ganas de todo. Evidentemente, en esas épocas no había digestiones pesadas.
Llevo unas semanas comiendo mejor, el plato entero o casi entero que me ponen y mi fruta. Pero al terminar tengo una bola en el estómago que no se va, eso no se disipa y yo tengo la sensación de que me he comido a un burro.
Pues bien, en las comidas que no me hacen mucha gracia y como menos si me como mi fruta pero en las que me gustan y dejo mi barriga repletita he optado por pasar del postre. Mi estómago admite sólo una cierta cantidad de comida, está más que comprobado.
Muchos nutricionistas dicen por la tele que la fruta es mejor antes de la comida, no lo he probado. Lo que si he probado es lo que os estoy contando.
Aún así hay días que la pesadez sigue, así que después de comer estoy media hora de reloj andando, sé que parezco tonta dando vueltas por casa, pero lo necesito y me ayuda. Así que nada de sentarse después de comer.
Algunos dirán que con un eructo eso se pasa, me alegro por ellos, mi cuerpo es incapaz de generar esa reacción, lo tengo comprobado.
Si con el paseo no se me ha quitado del todo me tomo Aero-red, también puede que ayude alguna infusión digestiva.
Probadlo si no lo hacéis y ya me contáis.
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