sábado, 23 de febrero de 2013

En el monumento

¡Hola a todos!

Primera anécdota del blog. Espero que os guste y sobre todo que os riáis. Perdonad que se mencione mucho el tema ir al baño pero es que es la clave del asunto.

Dudo de si era el año 2006 o 2007. Más o menos el año anterior había empezado una relación con un chico, era de fuera así que cuando venía a verme se quedaba en algún hotel y yo le hacía de guía de mi ciudad.
Como llevábamos poco saliendo mis padres no querían compromisos así que no pisábamos mi casa para nada, todo era dar vueltas por la calle.

Por aquel entonces no sabía que tenía colon irritable lo que sí me pasaba era que si me ponía nerviosa me entraban ganas de ir al baño. El caso es que siempre que me iba a ver con él me ponía nerviosa, unas veces no me daban problemas esos nervios pero otras sí.

Aquí comienza mi pequeña anécdota:
Lo llevo a ver un monumento de mi ciudad que me encanta, casi nada más entrar me sentí algo extraño en la tripa, " ya se me pasará " pensé, seguimos por todos los laberintos y esa sensación no se pasaba de hecho me daban unos retortijones increíbles, yo le sonreía y decía que bonito era todo pero la verdad es que no le estaba haciendo caso a nada.

Ya se confirmó, tenía ganas de ir al baño pero yo no los veía en aquel monumento por ningún lado.
Tocaba visitar los jardines y yo necesitaba un baño pero ya!!

Mi cara de angustia creo que era evidente pero ¿cómo le iba a decir lo que me pasaba si era el chico que me gustaba y llevaba poco siendo mi novio?
¿Cuál fue mi escapatoria? Decirle que me dolía mucho una pierna y que no podía andar demasiado ¡necesitaba estar sentada como fuera!
Vimos los jardines sentados de banco en banco y muy rápido todo!!
Hasta que no llegamos a un bar para comer no estuve tranquila. Pasé un mal rato increíble.
Lo peor es que no le he contado lo que me pasaba hasta años más tarde!!


1 comentario:

  1. Uff, imagino lo mal que lo tuviste que pasar... a mí me sucedió algo parecido hace años, pero fue un domingo en mi ciudad con todo cerrado (bares, centros comerciales, tiendas, vamos, cualquier sitio con baño accesible). Encima la chica con la que iba se lo tomó a malas; ella con un humor de perros y yo cada vez más desesperado. Menos mal que la cosa no acabó en tragedia, hubiera sido la guinda del pastel, jajaja. Ahora me río, pero hay que ver lo mal que lo pasas en el momento...

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